Rehabilitación energética de edificios – Renovate Europe

Renovate Europe surge bajo la estrategia europea 2020 que plantea como objetivos de sostenibilidad energética la reducción del 20% de los gases de efecto invernadero y el aumento del 20% de las energías renovables y la eficiencia energética.

Se fomenta de esta forma la rehabilitación energética de los edificios para que en el año 2050 se haya reducido el 80% de la demanda energética en comparación con los datos obtenidos en 2005.Tanto en Navarra como en el resto del estado, un 56 % de la edificación se construyó con anterioridad al año 1979 sin estar sujeto a ninguna normativa técnica de ahorro energético. El 39% se construyó siguiendo la norma CT-79 (norma que apareció tras la crisis del petroleo de los años 70) y sólo el 5% de las viviendas se han construido siguiendo la norma CTE-HE cumpliendo los condicionantes de ahorro energético.

Hay que tener presente que los edificios de viviendas son los responsables de la emisión del 36% de gases contaminantes.

Se plantea por tanto la movilización de la inversión privada para la rehabilitación energética y a su vez se promueve la utilización de fuentes renovables como la biomasa, por ejemplo, como nuevo combustible para la calefacción.

El comportamiento energético de un edificio es óptimo cuando aprovecha al máximo las condiciones climáticas de su entorno y, además, dispone de unas instalaciones que hacen un uso eficiente de la energía que necesita. Es una actuación mixta que depende del funcionamiento de los sistemas pasivos y de los sistemas activos del edificio teniendo en cuenta los siguientes aspectos:

• Mejora del aislamiento térmico de la envolvente (fachadas y cubierta)
• Mejora de las carpinterías y vidrios, y sellado de estas (estanqueidad).
• Control de la renovación y calidad del aire interior.
• Instalación de sistema de calefacción y ACS colectivos y eficientes.
• Incorporación de elementos de control térmico pasivos.

Principalmente se trata de mejorar la calidad de vida con un aumento del confort térmico y acústico de la vivienda, con la consiguiente reducción de la demanda y consumo de energía, proporcionando un ahorro económico. De esta manera se aumenta el valor objetivo de la vivienda y la adecuación estética de edificios que ya cuentan con unos años.

Existen unas ayudas en Navarra del 40% si se interviene en la totalidad de la envolvente, con un máximo de 6.000 €/vivienda, siendo ayudas a la comunidad, independientemente de la renta de cada vecino.

Las comunidades necesitarán un acuerdo del 60% para sacar adelante el proyecto.

Se echa en falta una campaña informativa por parte de la administración, ya que la mayoría de ciudadanos desconocen el problema que presenta la ineficacia energética de sus viviendas, así como la motivación con subvenciones de mayor calado e incentivos fiscales y simplificación de los trámites.

A su vez resulta imprescindible una mayor facilidad en la contratación de prestamos con intereses blandos y largo plazo de devolución, de forma que no se sobrepase la cifra «psicológica» de 50€/mes en cada vivienda.

La rehabilitación energética es ya un presente en las actuaciones urbanas.